Al igual que en la ropa que utilizamos por fuera, la ropa interior de moda sigue unas determinadas tendencias, y se ha situado entre las grandes líneas de producto en las firmas de moda. Cada año, se innova en cierta forma, ya sea en cuanto a tejidos o formas, pues es un tipo de prenda que hay que renovar para adaptarla a la ropa que se lleva esa temporada y para seguir sorprendiendo a la pareja.
Está claro que los conjuntos lisos de algodón que todas hemos llevado en alguna ocasión son muy cómodos, pero no puede decirse que sean un ejemplo de sensualidad ni elegancia. Si se hiciera una encuesta, la mayoría de los hombres descartarían este tipo de ropa interior como símbolo de la sexualidad. Sin embargo, hoy en día las mejores firmas de lencería han conseguido aunar la comodidad y la elegancia en sus prendas, lanzando en sus tendencias los suaves tejidos, vivos colores, encajes y bordados que se adaptan perfectamente a la piel femenina. Asimismo, junto con los clásicos negro, rojo y blanco, existe una nueva ola de colores alegres y sensuales, como los rosas, los turquesas y los lilas. Así, la mujer puede variar su juego de seducción y combinar la lencería perfectamente con la ropa que va a utilizar en su exterior.
Entre los tejidos que más destacan, se encuentran las transparencias, tanto en sujetadores como en braguitas, tangas y culottes, los encajes y las blondas, y los rasos brillantes. Los tirantes se suavizan (debido a que normalmente son bastante rígidos) y se convierten en líneas sinuosas a las que se les añaden lazos en algunas ocasiones, o incluso desaparecen cuando se trata de corpiños o bustiers. Para realzar el pecho de la mujer, sin que la talla ni la forma sean un impedimento, los sujetadores diseñados en balconette o con relleno lateral demuestran que cada vez más la técnica en el mundo de la lencería está más depurada. Los conjuntos calados (es decir, que dejan entrever la figura de la mujer) y los tejidos como el cuero y el látex tienen su hueco también entre los últimos lanzamientos, para satisfacer los deseos de las más arriesgadas.
En cuanto a los tangas, braquitas y culottes, llevan añadidos de todo tipo, desde bordados florales hasta lazos y anillas, donde se anudan finas tiras de tejido sedoso para realzar la cadera femenina. La forma del glúteo y los gustos de la usuaria determinarán si se quiere enseñar mucho o por el contrario sólo se desea insinuar. La tendencia en general es recortar tela y potenciar las curvas femeninas. Asimismo, están en auge también los conjuntos de lencería con estampados atrevidos, que imitan la piel de animales como el leopardo o la cebra, o bien encontramos braguitas y sujetadores de camuflaje, de lunares, de cuadritos, de rayas, de flores delicadas, con dibujos infantiles o con mensajes provocadores para la pareja.
Lo que sí cabe destacar es que entre las prendas que no son santos de la devoción de las consumidoras (y especialmente de los hombres), destacan las braguitas faja, que cubren el vientre y dejan muy poco margen a la lujuria. Los tirantes para sujetadores de silicona transparentes han sido recientemente votados como el peor invento en lencería de los últimos años. Si no se quiere que se vean los tirantes cuando se lleva un vestido palabra de honor o de tiras finas, lo mejor es recurrir a un sujetador fino sin tirantes y con refuerzos y aros en la parte del pecho, para que éste se realce pero no se vea el efecto en los hombros. Tanto si nuestra ropa interior tiene un halo romántico y sensual como si es atrevida y rompedora, lo importante es que sea elegante y que la mujer se sienta cómoda dentro de su propia piel, siendo ella siempre la protagonista.