Dentro de la lencería han vuelto las prendas que antaño se utilizaban para marcar las curvas de la mujer y que cayeron en desuso en las últimas décadas a causa de la primacía del minimalismo. El cuerpo femenino vuelve a ser el protagonista según las últimas tendencias en lencería, y por eso prendas como los corpiños y corsés hacen furor esta temporada.
Se trata de prendas muy ajustadas al cuerpo, sin mangas y q llegan hasta la cintura. Se puede abrochar mediante corchetes, cordones o lazos. En su composición se encuentran materiales como polyamida, lycra o elastán, que permiten un ajuste total al cuerpo. La mayoría de ellas llevan aros o refuerzo interior a la altura del pecho para realzar esta parte de la anatomía femenina. A lo largo del cuerpo de la prenda existen unas tiras que conforman la estructura, llamadas ballenas, que pueden ser más duras o blandas dependiendo de lo ajustado que se quiera llevar el corsé. Algunos llevan tirantes elásticos y otros pueden no llevarlos, y la mayoría llevan la braguita o el tanga a juego.
Hay variantes que suponen un plus de sensualidad, como los artículos que contienen brillantes y piedras semipreciosas, o están hechos en material lujoso como brocados y bordados a mano. A estos corpiños se les añaden blondas o encajes y tejidos como el satén o el crepé para dotarlos de mayor sensualidad, además de ser muy agradables al tacto e invitar a la acción. Incluso entre estas piezas lujosas podemos encontrar corsés sólo para la cintura, destacando esta parte del cuerpo, puede llevarse bajo la ropa o bien solo para noches de intenso erotismo. Para un mejor ajuste se anuda en la parte trasera. Lo importante es que sea cual sea el tejido utilizado en su diseño, el refuerzo interior sea de calidad para que la sujeción del pecho y la cintura sean los deseados.
También pueden encontrarse corpiños que tienen ligas a juego, uno de los artículos estrella a la hora de seducir; en este tipo de prendas se utilizan sobre todo tejidos semitransparentes y colores atrevidos, como el rojo o el negro con bordados en dorado o plateado. Las ligas son de quita y pon, y el conjunto se completa con tanga a juego. También existen las variantes de corpiños más sexys y femeninos, éstos de color blanco o rosado y con aplicaciones más naif como lazos.
A pesar de ser una prenda de lencería y que su uso tradicional ha sido como ropa interior, en los últimos tiempos son muchas las mujeres que se han atrevido a utilizar corpiños y corsés como prenda exterior, dándole un toque sexy y sugerente a su vestuario. Causan furor entre el público de cualquier tendencia o condición, como las mujeres con un look gótico, pin up o rockero. Los precios pueden variar mucho según la marca, material y lugar donde se compran. Las tiendas online suelen ofrecer descuentos y promociones a menudo, por lo que muchas consumidoras han optado por esta forma de compra para hacerse con estas prendas.
Aunque los corsés y corpiños siempre se han asociado con el fetichismo y su variante en látex y cuero se utiliza mucho para fantasías sexuales como el masoquismo o la dominación, lo cierto es que la demanda y el mercado han crecido tanto que cualquier mujer puede encontrar su estilo dentro de esta línea de producto. El hecho de que estrechen la cintura y destaquen caderas y pecho es lo que más gusta y los hombres siempre han deseado este tipo de cuerpo tipo guitarra en una mujer; por tanto, ni la edad ni la talla son ya un problema para hacer realidad fantasías más o menos atrevidas.