Lencería Babydoll o Picardías

La lencería se ha convertido en parte fundamental del imaginario erótico de la muchas personas, porque contribuye a mejorar la vida sexual y las fantasías en las relaciones sexuales. Una de las prendas estrellas son los llamados babydoll o picardías, como también se le conoce en muchos lugares. Se trata de prendas que marcan las curvas de la mujer pero de forma sugerente, y generalmente se componen de una prenda tipo vestido corto y un tanga o braguita.

Hay muchos estilos y tendencias, para todos los gustos, desde los más inocentes a los más atrevidos, y los tejidos también son de lo más variados. Nos podemos encontrar diferentes colores también, aunque el que más triunfa es sin duda el negro. Los encajes y lazos se utilizan profusamente, bien para adornar o bien como parte principal del conjunto, pues los hay enteramente de encaje dejando entrever la piel de la mujer. Otros picardías están fabricados en microtul (tejido semitransparente), y a menudo llevan una apertura delantera dividiéndolo en dos partes desde el pecho, para dejar ver la parte del vientre y el ombligo. Otros incluyen refuerzo en la parte de los senos a modo de sujetador, para realzar esta parte del cuerpo y que el conjunto resulte más sexy. También es usual que se apliquen bordados en forma de flores o corazones en los bordes del picardías y en la parte del pecho. En cuanto a las braguitas o el tanga que acompaña al babydoll, y que suele incluirse en el conjunto, siempre va a juego según el color o el tejido utilizado.

También podemos encontrarnos babydolls temáticos o étnicos, como los inspirados en Asia o en India, donde la mujer puede jugar a ser una misteriosa compañera vestida con las más exquisitas y sugerentes sedas. Suelen ser telas con ricos brocados, que se acortan para dejar ver las piernas o envuelven el cuerpo a modo de velos transparentes de colores. Los tejidos empleados en los picardías pueden ser elásticos, para adaptarse al cuerpo femenino, o bien seda y raso, que envuelven el cuerpo y dejan lugar a la imaginación.

Las tendencias de las últimas temporadas han sido combinar los diseños vintage inspirados en los años cincuenta sobre todo, rememorando el auge de las pin-up, con tejidos vanguardistas como la lycra o el chiffon de seda, para que la prenda siempre se adapte al cuerpo sin perder un ápice de su apostura. Hay modelos muy románticos, en color rosa o maquillaje, que se cierran en lazada y rememoran el carácter virginal e inocente de la mujer, con ribetes de puntilla; otros modelos son más arriesgados y suelen fabricarse en color negro o rojo, pues son los que más se asocian con la seducción. En estos casos, las transparencias juegan un papel importante, junto con los encajes de chantilly, las tiras de sujeción estratégicamente colocadas y los aros del pecho para destacar esta zona. Los print animales, como el leopardo y la cebra también han cobrado protagonismo en los últimos años, aunque le confieren un tono más agresivo al conjunto; sólo para las más arriesgadas. Los colores pastel también están de moda esta temporada, como el azul celeste, melocotón, verde manzana o lila.

La mayoría de las veces se utilizan junto con un tanga que viene a juego, ya que de esta forma el conjunto queda completo de una forma elegante y sensual. A veces también se completa con medias y liguero a juego, dependiendo del estilo del babydoll. Sea cual sea, un picardías siempre es garantía de éxito a la hora de seducir a la pareja y desatar la pasión. Lo importante es sentirse cómoda en la prenda y elegir la que mejor vaya con nuestra personalidad, pues de esto dependerá en gran medida nuestra seguridad y confianza.

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